Amar desprendiendo
- Adriana Delgado
- 11 dic 2017
- 1 Min. de lectura
Fluir, sin pestañear en el ocaso.
Me voy, pero te quedas en mi atardecer.
Permanezco y me enseñas, historia sin título.
Ceguera de inconsciencia, cuando la verdad te arrastra.
Los absolutos nos encuentran como espejos en la oscuridad.
Corremos hacia la luz, escalamos nubes, saltamos agarrados de la mano con miedo de precipitar la caída.
Soles con veredas inciertas, lluvia en desierto sin vida.
Flores y espinas que no lastiman pero que desprenden almas.
Seguimos como costumbre, morimos como pasado, en esta ilusoria realidad.
Presentes efímeros, nada es cierto, todo es hoguera sin oxígeno, que sólo araña.
Amaneceres esperados para cauterizar la confrontación de las almas.
Realidad única, no hay corazón, sólo miedo de sentir.
Perdones no escogidos, no esperados, no postergados, no existen, solo monopolizan los odios.
Enfrentar es el origen, el encuentro hacia la eternidad.
Amar es la batalla de pasados superados, presentes no vividos y futuros muertos.
El amor desnudo, sin porqués, sin cuándos, sin tiempo, solamente tú y yo, con la guerra ganada sin triunfo alguno.
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