Carmen
- Adriana Delgado
- 11 dic 2017
- 1 Min. de lectura
Tus amaneceres se nublan, en espera del ocaso del despertar. Tus cielos cambian, se transforman, te sonríen.
La paz te inunda, te aleja, te lleva a los horizontes de luces desconocidas pero ciertas. Tu huella, nuestro tatuaje de presentes y futuro, con pasados permanentes.
Mi cobardía tu esperanza, duele sentirme tan pequeña, no te sigo, no te alcanzo, mi ancla la majestuosidad de tu libertad. Nunca olvidas, renaces con hermosura, con valentía, con pasión y emoción.
Huelo tu batalla, palidece mi fortaleza ante tu entrega. Miedo a no enfrentar, huyo, me rescatas, vuelo, me liberas.
Tu fe, mi camino, tu gloria mi destino. Llévame con tu aire, vuela con las alas de mi corazón, date impulso con mi dolor, pero nunca abandones este amor.
Nos dices adiós, con hasta luegos, con lluvias de color, esperas sin dolor, ausencias con presencia y te amos sin tiempo.
Cambiaste tus verdes, por azules y tus rosas por paisajes. Te adelantaste, pero te seguimos.
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