Jesús
- Adriana Delgado
- 11 dic 2017
- 1 Min. de lectura
15 Noviembre, 1985.-
La luz del inicio, el despertar de mis perdones.
Nuestro sueño, sin amaneceres pero con vida.
Perdonarme es liberarte de mis errores.
Hay momentos que son aire y vuela, tú te quedaste sin luchar!
Indiferencia, con culpas que consumían el corazón.
Amamos, nos comprometimos, no lo entendimos, pero queda ella como recuerdo de vida.
La inmadurez, la disculpa silenciosa, que consume, pero espera alcanzarte.
Cuidaré de nuestro sueño, como promesa del alma.
Ella navega, nosotros esperamos en la orilla.
Cada quien con sus infiernos internos, que buscan y encuentran la salida, llegan y consumen.
Las noches con juicios solicitando misericordia.
Los presentes no están, pero se queda el recuerdo que es perpetuo.
Años sin luz, me ensañaste, yéndote.
Siempre fuiste, fue opción con decisión, las profundidades hacen el ahora. La realidad nos sepulta.
Te fuiste, pero te quedas tatuado en nuestras vidas, por que se existe por lo hecho, no por lo vivido.
TE AMO DONDE ESTES.
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