Todos coludos…
Las condonaciones de impuestos, recargos y multas son un respiro para unos, al tiempo que a otros les deja sabor a injusticia. ¿Para qué ser un contribuyente cumplido si los morosos obtienen más beneficios? Las respuestas inmediatas son claras: responsabilidad, civismo y la tranquilidad que da el cumplimiento puntual. ¿Suficiente?
La polémica más reciente se desató en la CDMX cuando la jefa de Gobierno y la Secretaría de Finanzas anunciaron un programa que, a cambio de pagar sus contribuciones de 2014 a la fecha, condona deudas anteriores a 2013. El adeudo suma tres mil 600 millones de pesos. El cálculo de la autoridad es que de lo perdido, lo que aparezca.
Rescatarán dos mil millones. Los mil 600 millones restantes, con lo que podría pagar la electricidad necesaria para abastecer de agua a la CDMX durante un año, de cualquier forma no los iba a tener.
Injusto para los cumplidos, aunque también hay que decir que regularmente hay algunos incentivos por pago oportuno. En enero, cuando llega el recibo de impuesto predial, hay un descuento de 8% si se paga en ese mes y de 5% si se liquida en febrero.
La tenencia vehicular tiene un subsidio de 100 por ciento, que este año se amplió hasta el 1 de julio bajo dos condicionantes: valor menor a 250 mil pesos y no adeudar tenencias; el refrendo de las placas debe pagarse antes de esa fecha. Para los taxistas hay un descuento de 50% en el pago de la revista como apoyo frente a la competencia de las apps de movilidad.
Los incentivos para el pago en tiempo y forma se aprecian, pero, queda claro, no son proporcionales a la hora de compararlos con las condonaciones que benefician a los morosos.
¿Sería bueno que la autoridad considerara descuentos adicionales para los contribuyentes cumplidos?
Como suele decir la sabia filosofía popular, “o todos coludos o todos rabones”
En el mundo, el tema de la condonación de impuestos y contribuciones gubernamentales no es denominador común. En las economías desarrolladas no es una opción. En las emergentes lo es ligada generalmente a cuestiones políticas
Lo usual en los lugares del planeta donde la ley permite la condonación, es que otorgue a las entidades recaudatorias la prerrogativa de hacerlo de manera potestativa abriendo así el camino a las injusticias y la desigualdad entre los contribuyentes morosos y los cumplidos, quienes de por sí enfrentan el pago de impuestos con la animosidad y la sensación de que no están recibiendo los servicios públicos de la calidad que compensan su esfuerzo. Los impuestos, cuotas y contribuciones gubernamentales son los que hacen posibles muchos servicios, las políticas públicas y los programas sociales encargados de combatir la pobreza e impulsar el desarrollo económico.
Lo que necesitamos es su correcto ejercicio y educación cívica, no perdón acomodaticio.
@ADRIDELGADORUIZ