Sin empleo no hay gobierno
Los contribuyentes cautivos, quienes trabajamos y generamos la riqueza de este país, somos el gran sostén de las finanzas públicas y el gasto gubernamental. El Impuesto Sobre la Renta es la principal fuente de entradas para el Estado. La Ley de Ingresos 2019 prevé que recaude un billón (millón de millones) 752 mil 500 millones de pesos, mayormente por lo que pagamos los trabajadores mediante las deducciones a nuestro salario.
Como punto de comparación, el siguiente impuesto más importante, el IVA, aporta al erario 995 mil 203 millones de pesos, es decir, 43% menos que el ISR.
Preservar y más aún crear empleos, es indispensable para todos. Significa más medios de manutención para las familias y también más ingresos por impuestos para que el gobierno pueda cumplir su función pública y social. Pero de acuerdo con las cifras oficiales más recientes del Inegi, la Tasa de Desocupación del primer trimestre de 2019 llegó a 3.5%, la más alta en dos años, lo que significa 1.9 millones de personas sin un trabajo.
En marzo, la producción industrial del país disminuyó 1.3% con respecto de febrero. Más aun, comparando manzanas con manzanas, esa reducción se duplica a 2.6% si tomamos como referencia a marzo del año anterior.
Indaguemos síntomas. Comúnmente, cuando la economía desacelera, la primera industria en resentirlo es la construcción. En marzo redujo su actividad 3.4% con respecto al mes anterior y 5.8% comparada con el mismo periodo del año pasado. En el primer trimestre de 2019, la economía mexicana tuvo un crecimiento de apenas 0.2%, el más bajo en una década.
Frente a las circunstancias económicas internacionales adversas como la guerra comercial entre China y Estados Unidos que puede llevar al planeta a una recesión, se ha dicho que la alternativa para México es impulsar el mercado interno. Pero si se pierden empleos, disminuye en automático la recaudación del ISR y también del IVA porque la gente que no gana, no compra.
Todavía más, la austeridad que está implementando el gobierno está causando más desempleo, lo que puede contribuir a un círculo vicioso cuando lo que se requiere son medidas anticíclicas que lo rompan, empezando por activar y eficientar la inversión pública que a su vez reactive la economía.
Los estados aplican localmente un Impuesto Sobre Nóminas que va de 0.5 a 3%, recaudación que también disminuye y afecta a sus finanzas, situación que se agrega al hecho de que el gravamen local más importante, el Predial, suma apenas 0.3% del PIB mientras que en Estados Unidos representa 3.1, en Francia 3.7 y en el Reino Unido 4.2%.
¿Qué hacer? Es posible no aumentar impuestos, pero es indispensable mejorar la recaudación activando la inversión pública e incentivando la privada para generar empleos y así desarrollar la economía. Las herramientas: generar confianza, reglas claras, Estado de Derecho y seguridad pública, para empezar.
@ADRIDELGADORUIZ