Vejez digna y afores competentes
En toda actividad económica, la competencia es la única fórmula probada eficaz para lograr precios justos y servicios de calidad. Los paternalismos han mostrado justo lo contrario. Es importante confiar en la inteligencia de las personas para comparar y elegir quién les ofrece las mejores condiciones. Tratándose de empresas, el gobierno siempre ha mostrado no ser un buen administrador. De hecho, antes de la creación de las afores, en 1997, el sistema de pensiones estaba prácticamente quebrado.
Como está ahora, la propuesta para reducir e imponer controles a las comisiones de las afores es inconstitucional, porque es discriminatoria de la libertad de comercio, al limitar un cobro que corresponda efectivamente a un costo, y contraviene el principio de libre competencia y concurrencia que en el artículo 28 prohíbe las restricciones al funcionamiento eficiente de los mercados.
La iniciativa propone que las comisiones estén sujetas a un monto máximo promediando aritméticamente las que se cobran en EU, Colombia y Chile, países con realidades muy distintas entre sí y con México. Un parámetro realista debe considerar variables clave, como el tamaño de los fondos como porcentaje del PIB, el porcentaje de trabajadores afiliados, las aportaciones obligatorias en proporción con el salario, los límites de inversión establecidos para esos recursos, y las regulaciones, incluyendo los costos que implican. En la Convención Bancaria de 2019, el Presidente de la República dijo: “No vamos a promover desde el Ejecutivo ninguna ley que regule o que obligue al cobro de comisiones”, promesa que la iniciativa desconoce.
La restricción y disminución abrupta de cobros reduciría a la mitad los ingresos de las administradoras, lo que tiene efectos irreparables, entre ellos, cerrar la puerta a la consolidación del sector. Los costos de operación de las afores más pequeñas no les permitirían seguir trabajando y generaría exclusión financiera. Habría grandes dificultades para ofrecer servicios de calidad, se inhibiría la entrada de nuevos competidores y, además, la propuesta infringe el T-MEC y otros tratados comerciales que protegen la inversión.
Actualmente, la Consar puede regular y aprobar las comisiones sin caer en violaciones constitucionales. Las afores son aliadas naturales del gobierno para potenciar el sistema de pensiones y la inclusión financiera en general. De hecho, son, por mucho, los instrumentos de inversión más rentables para los trabajadores. Generan rendimientos anuales promedio de 11.3 por ciento nominal. Despejemos mitos. Las comisiones no definen el rendimiento que obtiene el ahorro para el retiro ni la tasa de reemplazo, es decir, el porcentaje de ingresos en la jubilación respecto a los que tenía el trabajador en su vida productiva.
Sobrerregular las comisiones tampoco resuelve los problemas de fondo, por ejemplo, que más de la mitad de los trabajadores están excluidos por el alto nivel de informalidad laboral, los bajos salarios, la falta de educación financiera en la población y la inequidad de género.
Una reforma de pensiones es necesaria. Hay que cuidar que contenga las soluciones correctas.