Cómo termina AMLO

El año que está por comenzar es también el del final del gobierno en turno. Los próximos 9 meses serán de vértigo político entre la concreción de proyectos del Poder Ejecutivo y el proceso electoral para sucederlo.

La llegada del presidente López Obrador en 2018 no sólo significó un cambio de administración, sino de enfoque político. Cambiaron abruptamente muchas prioridades y la relación del poder con la ciudadanía, lo que dio paso a desequilibrios que se acentuaron con las crisis inesperadas.

El gran pendiente sigue siendo pacificar al país. En los cinco años ya cumplidos del sexenio se registraron 174 mil 098 homicidios dolosos, que son 17 mil 661 más que los registrados en toda la administración anterior, lo que ya convierte a esta en la más sangrienta de la historia aunque todavía le quedan 9 meses.

Los avances, sin embargo, se ven alentadores. El mes con el mayor número de asesinatos fue octubre de 2020, con 3 mil 347, y el de menor registro hasta ahora fue noviembre de 2023, con 2 mil 100. Aún así, eso significa un promedio de 70 homicidios diarios en el mes más pacífico. El camino aún es muy largo.

La economía se ha comportado de manera mixta. De acuerdo con el Coneval, la pobreza extrema se redujo de 10.5 a 8.5 por ciento de la población, mayormente a causa de los programas sociales que, en contraposición, son cada vez más onerosos para las finanzas públicas. El salario mínimo habrá recuperado en este gobierno su poder adquisitivo en 110 por ciento real.

Sin embargo, el PIB, es decir la generación de riqueza, sólo habrá crecido 0.97 por ciento promedio anual, 5.96 por ciento en todo el sexenio. El menor crecimiento desde el gobierno de Miguel de la Madrid, que además significa una caída de 0.8 por ciento del PIB por habitante. La pandemia que golpeó a todo el planeta, todavía nos mantiene atados a una inflación galopante y a tasas de interés que hacen demasiado caro el dinero. Sí, la economía es el segundo gran pendiente.

La pandemia también mostró la verdadera salud del sistema público de atención médica. Llegó justo cuando el Seguro Popular había sido eliminado para dar paso al INSABI en enero de 2020, institución de vida efímera que terminó en septiembre de 2023, sustituida por el IMSS-Bienestar. En el camino, los servicios de salud redujeron drásticamente su capacidad de atención, hospitales y clínicas quedaron sin mantenimiento, y se dio un desabasto generalizado de medicamentos por cambios abruptos en la política de adquisiciones que todavía no termina de resolverse.

La infraestructura educativa también tiene muchos rezagos. Aulas en condiciones deplorables, además de programas como las escuelas de tiempo completo y los desayunos escolares, que eran un gran apoyo para las madres trabajadoras, están prácticamente desaparecidos.

Un espacio de respiro presupuestal para la próxima administración será que la actual tiene el objetivo de dejar terminadas y en operación todas sus obras insignia: el Tren Maya, el corredor Transoceánico, la refinería de Dos Bocas y el AIFA, lo que significaría que el próximo gobierno no tendría que destinarles recursos multimillonarios.

Otros pendientes son políticos. Cambio o no en las leyes electorales que fueron violadas al por mayor desde antes del arranque formal del proceso electoral, la reforma al Poder Judicial y si la Guardia Nacional queda en manos civiles o militares. Los próximos meses vienen a todo vapor.

POR ADRIANA DELGADO RUIZ