Justicia perdida en un paquete
¿Negar el derecho fundamental a la justicia porque un paquete lleva siete meses en tránsito en el servicio de paquetería FedEx, que regularmente entrega al día siguiente? Así se las gastan Ternium y Siemens con sus prácticas dilatorias mediante jueces como Éric Alejandro Arenas Guzmán, en Nuevo León, quien hace todo a su alcance, por ilegal y absurdo que sea, para que la ingeniera Karla Castro no obtenga el resarcimiento justo por el grave accidente de trabajo que sufrió, producto de la falta de medidas mínimas de seguridad industrial y servicio médico especializado en la planta siderúrgica de Monterrey.
A este nuevo capítulo del ya largo viacrucis, se agregan más preguntas realmente preocupantes: ¿Tienen tanto poder los ejecutivos de Ternium y Siemens que pueden hacer que los empleados de FedEx mantengan “en tránsito” un documento judicial por meses enteros? ¿Los responsables de ese servicio estarán enterados o incluso coludidos?
Karla Castro sufrió el accidente hace casi siete años, el 13 de junio del 2017. Resbaló con bolas de polvo de hierro de reducción directa a muy alta temperatura, esparcidas en el piso, en donde no había señalamientos de precaución, ni un barandal, ni equipos de primeros auxilios en 400 metros.
Aunque ella tenía puesto todo su equipo de seguridad, el hierro fundió sus botas con su piel, ocasionándole quemaduras y lesiones que la mantuvieron hospitalizada ocho meses en que requirió diez cirugías, situación que enfrentó sólo con su familia porque Ternium y Siemens sólo le dieron paliativos y la abandonaron a su suerte.
Karla estableció su demanda civil en 2018, en la Ciudad de México, donde esas empresas tienen domicilios, pero los abogados de Guerra González y Asociados, liderados por Jaime Guerra, maniobraron para llevar el proceso a Nuevo León, con el argumento de que ahí es la sede de Siemens.
En ese punto, la primera maniobra irregular: el abogado de Karla no fue notificado de ese movimiento directamente, como debe ser, sino mediante un boletín electrónico, con el propósito de agotar el plazo para que el juez Primero de Juicio Civil Oral del Primer Distrito Judicial en el Estado de Nuevo León, Éric Alejandro Arenas Guzmán, pudiera desechar la demanda.
Karla y su abogado, Luis Alfonso Cervantes, tuvieron que recurrir a la justicia federal, por la evidente ilegalidad, mala fe y corrupción del juez Arenas, a quien se le ordenó no desechar la demanda y notificar a la demandante de manera personal, en su domicilio de la Ciudad de México, mediante el exhorto correspondiente, mismo que envió por medio del servicio de mensajería en que permanece en tránsito desde agosto de 2023.
En aras de obtener la justicia que se le ha negado por casi siete años, Karla acudió ante el Juez Arenas, en Nuevo León, para darse por notificada personalmente y continuar con el proceso, pero él se niega a dar trámite a la demanda hasta que el exhorto sea recibido en el domicilio de Karla y devuelto al juzgado.
Claramente, Ternium y Siemens han mostrado un poder de influencia y corrupción entre los funcionarios jurisdiccionales en Nuevo León. ¿El presidente del Tribunal Superior de Justicia en el estado, Arturo Salinas Garza, dará un golpe de autoridad frente a todas esas injusticias?
POR ADRIANA DELGADO RUIZ
@ADRIDELGADORUIZ
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