Thanks por las remesas
Las remesas siguen rompiendo récord. El presidente López Obrador celebra que sólo en mayo llegaron 4 mil 514 millones de dólares, que significan un 31 por ciento de crecimiento respecto al mes anterior. “Si continúa esta tendencia, este año podemos recibir cerca de 50 mil millones”, observa el mandatario. Y así es: esos ingresos ya son mayores que la inversión extranjera directa que se contrajo 11.7 por ciento en 2020, y la exportación de petróleo que también cayó 35 por ciento.
Cuando llegó la pandemia, acompañada por la gran crisis económica de la que aún estamos luchando por salir, México no activó plan alguno para apoyar al sector productivo. Dejó morir solas a más de un millón de Mipymes y permitió la pérdida de miles de empleos. Con el cierre de la frontera muchos migrantes no pudieron regresar, viendo la urgencia de atender a sus familias en Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Puebla que estaban enfermando y no había vacuna, o muriendo de hambre.
Gran parte de esos migrantes que hoy envían remesas son el millón 209 mil jóvenes mexicanos que expulsó la gran crisis de 1995, cuando Zedillo y Serra quitaron los alfileres con que Pedro Aspe había sujetado la economía, llevando a millones de familias a la pobreza y la ruina más lacerante. Capítulo de la historia que se aborda ampliamente en el documental El Error: Ficción, Miedo, Debacle, producido por TV Azteca Documentales. Ellos iniciaron su odisea en los 90 enviando dinero a sus familias mediante el correo postal, que muchas veces terminaba interceptado y robado. Luego, pasaron a las órdenes de pago y a las transferencias electrónicas.
Ahora son muy cercanos a la experiencia internacional de comprar un café con un código QR desde su móvil, pagar mediante una app o utilizando sus datos biométricos. ¿Por qué no permitirles abrir toda esa inclusión financiera a sus envíos a México?
Cuando se aprende de la experiencia, las siguientes crisis se afrontan mucho más eficazmente. Esos migrantes, varios de ellos ya ahora con sus tarjetas de residentes, aprovecharon el área de oportunidad en EU, donde el gobierno dio toda clase de apoyos a las familias, lo que indirectamente benefició también de este lado de la frontera. Dos terceras partes de los puestos de trabajo perdidos allá se han recuperado y nuestros paisanos han ido tomándolos. Hicieron a un lado sus ayudas por desempleo y tomaron impulso para doblar y redoblar sus esfuerzos.
Durante el fatídico 2020, México recibió 43 mil millones de dólares. Con untipo de cambio de 24 pesos en el momento más álgido de la emergencia, sus familias también supieron aprovechar la oportunidad. Si bien las remesas continúan usándose en su mayoría para el consumo, 15 por ciento está destinándose para inversión productiva, como el emprendimiento de pequeños negocios y la construcción de casas que generan empleo, de acuerdo con el Banco de México.
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